sábado, 3 de agosto de 2013

LA PRUEBA DEL POLLO


El cambio climático modificó los hábitos de algunas aves migratorias lo que ocasionó que algunos aeropuertos norteamericanos se encontraran en la trayectoria de algunas de ellas para las que las pequeñas aves rapaces que normalmente ahuyentan a las volátiles no representan ningún peligro.

El ruido de los motores puede espantarlas pero el impacto con los cristales de la cabina es inevitable y aunque estas aves no invaden los espacios de vuelo a grandes alturas si representan un serio problema en los aterrizajes y despegues.

Es por ello que la Administración delos E.E.U.U. encargaron al departamento de defensa un experimento real para probar la resistencia de dichos cristales, a la velocidad de 300 km/hora que es la normal en estos casos.

El ave ideal para la prueba debía tener el tamaño de un pollo y carecer de plumas para facilitar el deslizamiento por el ánima del cañón lo cual no desvirtuaría la prueba ya que las plumas no tendrían ningún efecto sobre el impacto.

El cañón tenía que ser del tipo antiguo, o sea con el ánima lisa, las estrías de los modernos podía producir desperfectos en el “proyectil” y minimizar los efectos que se querían conseguir.

Pero la energía que impulsara dicho “proyectil no podía ser explosiva porque lo destrozaría ante de que este abandonase el ánima del cañón.

Pero los yanquis nos tienen acostumbrados a no reparar en gastos y construyeron un cañón nuevo, el problema era la propulsión.
El departamento de defensa dispone de ingenieros de alta capacidad y pronto dieron con la solución, un sofisticado y potente sistema de aire comprimido capaz de lanzar al “proyectil” sin dañarlo a la velocidad adecuada.

Llegó el día D y en un hangar el cañón disparó el pollo sobre la cabina de un avión y el resultado fue todo un éxito, tan solo una mancha sobre el cristal, por cierto mucho menor de lo que se esperaba, pero el cristal no sufrió ni siquiera el más mínimo arañazo.

Al día siguiente la máquina propagandística americana se puso en marcha y la noticia corrió por casi todo el mundo.

Don Fernando, director de seguridad de la empresa donde se construyen las locomotoras del AVE, desayunaba tranquilamente en una cafetería próxima a su casa mientras ojeaba el periódico.

Al leer la noticia su ágil mente pensó que aquella prueba sobre la cabina de una locomotora le haría ganar puntos en los altos cargos de la empresa y además documentando profusamente la prueba podría servirle para convencer a clientes reticentes del norte de Europa donde las grandes aves abundan.

Como tenía contactos en ciertas esferas de los E.E.U.U. No dudó ni un solo instante en ponerse en contacto con ellos.

El resultado fue sorprendente, contra lo que cabía esperar en estos casos los norteamericanos estaban dispuestos a colaborar en todo.
No solo enviarían un detallado informe de proceso sino que además le prestarían el cañón, con la condición de que en la documentación subyacente se mencionara el origen de la información.

Don Fernando no cabía en sí de  alegría, y un mes más tarde todo estaba dispuesto para la prueba, una locomotora con cuatro ingenieros en su interior con todo tipo de instrumentos para grabar y documentar la prueba.

El jefe de ellos con su pantalla de ordenador sobre una mesa situada tras el asiento del conductor, que no estaba presente sentado en un cómodo sillón de respaldo alto y tras él dos ingenieros manipulando el resto de los instrumentos, por fin el último sentado en un lateral tomaba nota en su ordenador de los pormenores de la preparación de la prueba.

El ingeniero en jefe se levantó de su sillón y se acercó a un lateral de la cabina para dar la orden de disparo, gesto que indudablemente le salvó la vida porque el pollo atravesó el parabrisas de la locomotora como si fuera de papel de fumar, hizo añicos la pantalla de su ordenador y las astillas del respaldo del sillón hirieron a los dos ingenieros que había detrás.

Al cuarto se le quedó el gesto petrificado cuando vio pasar ante sí algo que no pudo identificar debido a su velocidad y finalmente el pollo atravesó el panel trasero de la locomotora e hizo un agujero en el tabique de la cochera.

Don Fernando no salía de su asombro y repasó punto por punto todos los pasos de la prueba en busca de una explicación para lo sucedido.
Ya en su despacho junto con el ingeniero en jefe volvió a cotejar todos los datos con el informe de los Americanos y no encontró ningún fallo en el procedimiento pero no entendía nada porque la energía cinética del pollo no era suficiente para causar semejantes destrozos.

Ante el fracaso por encontrar una explicación a lo sucedido decidieron enviar toda la documentación a los americanos para ver si ellos encontraban la causa ilógica del desastre sucedido.

Una semana después los americanos enviaron un escueto correo electrónico.



“Todo el procedimiento es correcto y su ejecución perfecta, repitan la prueba pero descongelen antes el pollo”.
          
            Ginés Ramis







POEMAS REBELDES

De nuevo nuestro compañero y amigo Ginés Ramis nos obsequia con parte de su producción literaria, denominada POEMAS REBELDES.
Esta obra fruto del trabajo de más de veinte años es en muchos aspectos auto bibliográfica. El los denomina POEMAS REBELDES, pero más bien es una prosa poética, en la que la imaginación y el buen hacer se pone de manifiesto.
Agradecemos a Ginés la amabilidad de suministrarnos este nuevo trabajo en el que destapa su intimidad y pensamiento.
La obra por su extensión se encuentra en alojada en el “hosting” que la pandilla tiene para estos trabajos.
La dirección de acceso es:

POEMAS REBELDES

Un abrazo a todos
Pandilla Zarco

DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Gines Ramis es uno de nuestros compañeros más distinguidos. En el aula se caracterizó por su inteligencia, constancia y compañerismo, que lo elevó en su rendimiento escolar. Por otro lado fue uno de los mejores deportistas del Colegio, hecho que nos deparó muchas días de felicidad deportiva, a todos los compañeros de la promoción.

Su amor al mar, le orientó por la carrera de Ingeniero Técnico Naval, profesión que ha ejercido hasta su jubilación.

En el último curso de bachillerato, curso 1956/57, realizó a petición del Hermano Hipólito, una investigación sobre el Descubrimiento de América. El trabajo que realizó en plena adolescencia, es digno de mérito, ya que nada tiene que envidiar al realizado por profesionales de la Historia.

Gines ha retomado el estudio original del año 1957, que ha reproducido con las nuevas tecnologías informáticas, y además enriquecido con numerosas ilustraciones y fotografías, que hacen muy atractiva su lectura.

El ensayo está construido sobre una hipótesis muy poco conocida, sobre la historia del Descubrimiento de América, apoyada por el almirante: Samuel Eliot Morrison. Este historiador fue un acreditado investigador norteamericano, graduado en la universidad de Harvard en 1912, su incorporación al ejército americano en la Primera Guerra Mundial, se hizo en 1915. Su trabajo en el ejército se simultaneó con la investigación histórica. En el año 1951 se jubiló de Almirante. Sus estudios históricos son de gran prestigio y consideración.

Sobre el Descubrimiento de América, se ha escrito mucho y por supuesto se han construido muchos mitos, que la historiografía actual trata de destruir, acercándonos a la realidad que se produjo. El ensayo de Gines realizado hace cincuenta y dos años está orientado en la búsqueda de una realidad racional.

El ensayo es accesible desde la página de nuestro Blog, en el que existe un enlace que nos dirige a una página de Internet, en la que se encuentra alojado en un fichero pdf, que es posible guardar en nuestro ordenador, para después leerlo con tranquilidad.
No obstante incluimos el enlace para acceder desde este lugar:


Pandilla Zarco